La
gastronomía italiana es una de las más conocidas y apreciadas a
nivel mundial, es difícil encontrar a
alguien que no haya probado la pizza, los raviolis o la lasaña.
Además de los diferentes tipos de
pasta y las pizzas, Roma cuenta muchos otros platos característicos,
como la bruschetta (pan tostado, aceite, ajo y sal), los
panini (sándwich típico), diferentes tipos de carnes y
pescados condimentados con especias (como el famoso pescado a la
romana), el carpaccio, los quesos (especialmente el pecorino)
y algunos embutidos (bresaola, mortadela, prosciutto y
saltimbocca). La ensalada caprese es riquísima.
El
vino italiano es bueno, especialmente el tinto, pero no es barato
para el presupuesto de los argentinos, se puede pedir en copas.
En
la calle Corso Vittorio Emanuele II a unas cuadras del rio y antes de
pasar el puente hay varios pequeños restaurantes donde se puede
comer muy bien a precios razonables.
Los
restaurantes están desperdigados por todo Roma, sugiero mirar la
carta porque en algunos casos los precios son altos. Se suelen hacer
excursiones por la noche para cenar en los restaurantes del barrio
Trastevere, no ofrecen nada especial y los precios son más altos que
en el resto de la ciudad. Tambien los restaurantes de la ciudad del
Vaticano tienen precios más altos, aunque sugiero una pizzería que
se encuentra detrás de la muralla del Vaticano que se llama “habemus
pizza”
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